viernes, diciembre 23, 2011

La Navidad

Según nos cuenta la historia, antes de la llegada de los españoles, nuestros antepasados aztecas elegían, de entre muchos esclavos, al más joven, saludable y fuerte para vestirlo con los ropajes del dios Quetzalcóatl. Antes de vestirlo, lo bañaban para purificarlo y, después, el elegido salía a las calles de Tenochtitlán, en donde cantaba y bailaba para ser reconocido como un dios. A su paso, las mujeres y los niños le ofrecían regalos y así, después de un largo día, por la noche, lo enjaulaban y lo alimentaban abundantemente.
Esto sucedía durante el solsticio de invierno, 40 días antes de la gran fiesta, pues nuestros antepasados aztecas tenían la creencia de que el dios Quetzalcóatl bajaba a visitarnos. Faltando exactamente nueve días para la gran fi esta, dos venerables ancianos visitaban al joven y se humillaban ante él, recordándole que durante los nueve días restantes se le acabaría el trabajo de bailar y cantar para dar paso a su muerte. Llegado el día de la gran fiesta, a medianoche, después de honrarlo con música e incienso, el joven elegido era llevado hasta lo alto de una pirámide, en donde era sacrificado y su corazón era ofrecido a la Luna.
De esta manera, durante el mes de diciembre, entre ritos, bailes sagrados, ofrendas y sacrificios humanos, se representaba la llegada de Quetzalcóatl. Sin embargo, durante este mes no sólo se le festejaba a este dios, también se celebraban las fiestas en honor al dios de la guerra, Huitzilopochtli, que iniciaban el 6 de diciembre y terminaban el día 26. Para festejarlo, se colocaban banderas en los árboles frutales y a este acto se le llamaba ‘levantamiento de banderas’, y en el gran templo se colocaba el estandarte de Huitzilopochtli, al que se le rendía culto.
Segunda caída:
El sincretismo. El pueblo azteca se congregaba en los patios de los templos iluminados por las grandes fogatas para esperar el solsticio de invierno. El 24 de diciembre, por la noche, y el 25 había fiesta en todas las casas y se repartía comida, bebida y dulces.
Los misioneros españoles que habían llegado a fi nales del siglo XVI, aprovecharon estos festejos para evangelizar a los aztecas, siendo esto un ejemplo del sincretismo religioso en México, dándole a estas fiestas un sentido cristiano, reparándolos paulatinamente para recibir la llegada de Jesús en el día de Navidad. En el año de 1587, fray Diego de Soria recibió un permiso del papa Sixto V para la celebración de una serie de misas llamadas ‘aguinaldos’, realizadas del 16 al 24 de diciembre; es ahí, en el convento de San Agustín de Acolman, en donde da inicio la tradición de las nueve posadas y los nueve días previos a la Navidad, que simbolizan los nueve meses de embarazo de María y el viaje de la Sagrada Familia de Galilea hasta Belén.
También se representaban escenas de Navidad y, al concluir la misa, se festejaba con luces de bengala, cohetes, villancicos y piñatas. Al paso del tiempo, los evangelizadores lograron, de alguna manera, sustituir los festejos que los aztecas brindaban a los dioses Huitzilopochtli y Quetzalcóatl por los festejos de la celebración cristiana.
Tercera caída:
Las tradiciones. Las piñatas son de origen chino y se dice que fue el incansable viajero Marco Polo quien llevó esta costumbre a Europa y, según la tradición religiosa en España, las piñatas, a diferencia de las de origen chino, que se construían únicamente con papel y figuras de animales, en España eran de barro y forradas también de papel, pero en forma de estrella con siete picos, los cuales representan los siete pecados capitales. El palo con el que se les golpea representa la fuerza de Dios, y la venda en los ojos simboliza la fe ciega en él. Los dulces y frutas representan las recompensas y los dones para vencer el pecado. Los monjes, al fi nalizar el rosario, los cantos y las representaciones basadas en el evangelio, repartían fruta y dulces como símbolo de estos dones y recompenses a los asistentes que aceptaban la doctrina de Jesús.
Lamentablemente, en nuestros días muchas de estas tradiciones se han perdido. Ya no es muy común ver en las calles de las diferentes colonias de nuestro país a los peregrinos pidiendo posada, caminando con sus velitas encendidas, cantando con alegría, ni ver las calles adornadas con piñatas para romperlas entre los vecinos. Afortunadamente, en los barrios más populares, sigue esta hermosa tradición que ojalá recuperemos todos. Yo, por lo pronto, asistí a dos tradicionales comidas con motivo de Navidad y Año Nuevo, en donde la pasé muy bien, una de ellas con mis compañeros de RÉCORD, y otra con mis compañeros de TVC DEPORTES.
La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valoremos la paz y la generosidad y tengamos merced para comprender el verdadero significado de ella. Feliz Navidad a todos ustedes, queridos amigos. Con mi corazón les deseo mucha salud, amor y paz. Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras

Otras concideraciones acerca de la navidad

Colaboración de Juan M. Ballesteros

25 de Diciembre
y las fiestas paganas

El día de Navidad es el 25 de diciembre, cuando se conmemora el Nacimiento de Jesucristo en Belén según los evangelios de San Mateo y San Lucas. Después de la Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año eclesiástico.
Como los evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús naciera ese día. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad.
De esta manera seguía la política de la Iglesia primitiva de absorber en lugar de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos habían celebrado el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.
La fiesta pagana más estrechamente asociada con la nueva Navidad era el Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, dios de la agricultura, que se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones y banquetes.
Al mismo tiempo, se celebraba en el Norte de Europa una fiesta de invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban grandes troncos adornados con ramas y cintas en honor de los dioses para conseguir que el Sol brillara con más fuerza.


Edad Media,
nacimientos y villancicos

Una vez incorporados estos elementos, la Iglesia añadió posteriormente en la Edad Media el nacimiento y los villancicos a sus costumbres. En esta época, los banquetes eran el punto culminante de las celebraciones. Todo esto tuvo un abrupto final en Gran Bretaña cuando, en 1552, los puritanos prohibieron la Navidad. Aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660 con Carlos II, los rituales desaparecieron hasta la época victoriana.


Siglo XIX,
árbol y postales de Navidad

La Navidad, tal como la conocemos hoy, es una creación del siglo XIX. El árbol de navidad, originario de zonas germanas, se extendió por otras áreas de Europa y América. Los villancicos fueron recuperados y se compusieron muchos nuevos (la costumbre de cantar villancicos, aunque de antiguos orígenes, procede fundamentalmente del siglo XIX). Las tarjetas de navidad no empezaron a utilizarse hasta la década de 1870, aunque la primera de ellas se imprimió en Londres en 1846.


Santa Claus y
el Espíritu de Navidad

La familiar imagen de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes, es una invención estadounidense de estos años, aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de San Nicolás y una jovial figura medieval, el espíritu de navidad. En Rusia lleva tradicionalmente un cochinillo rosa bajo el brazo.

Navidad
hoy día

Actualmente, la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares. En Occidente se celebra la Misa del gallo en iglesias y catedrales. En los países de América Latina, de arraigada tradición católica, se celebra especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar para la que se elaboran una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales.
También se acostumbra asistir a la Misa del gallo y celebrar con cohetes y fuegos artificiales.
 


Agradecemos la colaboración de Juan M. Ballesteros, de Campanillas en Málaga, España en la recopilación de la información y elaboración del material arriba presentado.

Lo que dicen las enciclopedias
enviado por Concepción Garay S.

La palabra "navidad" es una contracción de "natividad", que significa natalicio. Esta fiesta hizo su aparición en la Iglesia Católica y de allí se extendió al protestantismo y al resto del mundo.
Ahora bien, de donde la recibió la Iglesia Católica? No fue de las enseñanzas del Nuevo Testamento. No fue de la Biblia ni de los apóstoles quienes habían sido instruidos personalmente por Jesucristo. La Navidad se introdujo en la Iglesia durante el siglo cuarto, proveniente del paganismo.
Puesto que la celebración de la Navidad fue introducida en el mundo por la Iglesia Católica Romana y no tiene otra autoridad que la de ella misma, veamos lo que dice al respecto la Enciclopedia Católica (edicion de 1911): "La Navidad no estaba incluida entre las primeras festividades de la Iglesia... los
primeros indicios de ella provienen de Egipto... Las costumbres paganas relacionadas con el principio de enero se centraron en la fiesta de la Navidad.
En la misma enciclopedia, bajo "Día Natal", encontramos que Orígenes, uno de los padres de la Iglesia, reconoció la siguiente verdad: "...No vemos en
las Escrituras que nadie haya guardado una fiesta ni celebrado un gran banquete el día de su natalicio. Solo los pecadores (como Faaraon y Herodes) celebraban con gran regocijo el día en que nacieron en este mundo".

La Encyclopedia Británica, edicion de 1946, dice:  "La Navidad no se contaba entre las antiguas festividades de la Iglesia... " No fue instituida por Jesucristo ni por los apóstoles, ni por autoridad bíblica. Fue tomada más tarde del paganismo.

La Enciclopedia Americana, edición 1944, dice: "La Navidad... de acuerdo con muchas autoridades no se celebró en los primeros siglos de la Iglesia Cristiana, ya que la costumbre del cristianismo en general era celebrar no el natalicio sino la muerte de personas importantes. La Pascua, instituida por
autoridad bíblica en el Nuevo Testamento, es una conmemoración de la muerte de Cristo. En el siglo quinto, la Iglesia Occidental dio orden de que fuese celebrada para siempre, en el mismo día de la antigua festividad romana en honor del nacimiento del sol, ya que no se conocía la fecha exacta del nacimiento de Cristo".
Estas autoridades históricas demuestran que durante los primeros dos o tres siglos de nuestra era, los cristianos no celebraban la Navidad. Esta fiesta fue introducida en la Iglesia Romana en el siglo cuarto de nuestra era y no fue hasta el siglo quinto que la establecieron oficialmente como fiesta cristiana.
Cualquier enciclopedia u otra autoridad nos puede confirmar el hecho de que Cristo no nació un 25 de diciembre. La enciclopedia Católica lo dice claramente.
La fecha exacta del nacimiento de Jesucristo es totalmente desconocida. Las sagradas escrituras no revelan este acontecimiento.
La nueva enciclopedia de conocimiento religioso, de Schaff-Herzog, lo explica claramente en su artículo sobre la Navidad: "No puede determinarse con precisión hasta que punto la fecha de de esta festividad dependió de la pagana Brumalia (25 de diciembre), que seguía a la Saturnalia (17-24) de diciembre y conmemoraba el día más corto del año y el nuevo sol.
Para más referencias podrías recopilar más datos en la Enciclopedia Británica, edición 11, volumen 19, páginas 648-649 acerca del origen de San Nicolás. También en Biblioteca Sacra, volumen 12, páginas 153-155 referente a la tradición de intercambio de regalos, característico de la Saturnalia.
Por el momento es todo en lo que puedo colaborar, de todas formas escríbeme y te contestaré con mucho gusto.
Concepción Garay S.

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